Lecturas para la fiesta de Todos los Santos:

APOCALIPSIS 7:9-17       9Después de esto miré, y vi una gran multitud, que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos, y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos. 10Clamaban a gran voz:  «La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero».  11Todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono y alrededor de los ancianos y de los cuatro seres vivientes. Estos cayeron sobre sus rostros delante del trono y adoraron a Dios, 12diciendo:  «¡Amén! La bendición, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén».  

13Uno de los ancianos habló diciéndome: «Estos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?». 14Y le respondí: «Señor mío, usted lo sabe». Y él me dijo: «Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. 15Por eso están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en Su templo; y Aquel que está sentado en el trono extenderá Su tabernáculo sobre ellos. 16Ya no tendrán hambre ni sed, ni el sol les hará daño, ni ningún calor abrasador, 17pues el Cordero que está en medio del trono los pastoreará y los guiará a manantiales de aguas de vida, y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos».

1 JUAN 3:1-3         1Miren cuán gran amor nos ha otorgado el Padre: que seamos llamados hijos de Dios. Y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a Él. 2Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando Cristo se manifieste, seremos semejantes a Él, porque lo veremos como Él es. 3Y todo el que tiene esta esperanza puesta en Él, se purifica, así como Él es puro.

MATEO 5:1-12        1Cuando Jesús vio a las multitudes, subió al monte; y después de sentarse, Sus discípulos se acercaron a Él. 2Y abriendo Su boca, les enseñaba, diciendo:

3 «Bienaventurados  los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos.

4 »Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados.

5 »Bienaventurados los humildes  , pues ellos heredarán la tierra.

6 »Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos serán saciados.

7 »Bienaventurados los misericordiosos, pues ellos recibirán misericordia.

8 »Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios.

9 »Bienaventurados los que procuran la paz, pues ellos serán llamados hijos de Dios.

10 »Bienaventurados aquellos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos.

11 »Bienaventurados serán  cuando los insulten y persigan, y digan todo género de mal contra ustedes falsamente, por causa de Mí. 12Regocíjense y alégrense, porque la recompensa de ustedes en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que ustedes.